Dentro del mundo de la salud es común que se menosprecie a las afecciones de salud mental. Ya sea que se subestima la severidad de sus síntomas, o se niegue en absoluto su existencia las enfermedades mentales están altamente estigmatizadas. Se reporta que el 25% de personas adultas presentan una enfermedad mental. Sin embargo, la mayoría no busca ayuda profesional, donde 3 de cada 4 personas que aseguran experimentar síntomas relacionados a una enfermedad mental también afirman sentir el impacto de este estigma en el compartir como se sienten. Este problema encuentra tan arraigado en la sociedad, que inclusive influye en cómo se rige la política y la economía global, donde en su mayoría gobiernos y fundaciones internacionales no proveen los recursos ni el financiamiento necesario para atacar esta problemática, perpetuando un ciclo de exclusión y discriminación.
¿Cómo el estigma influye en buscar ayuda?
La circunstancia social ha hecho que la cantidad de personas que comunican como se sienten y que buscan ayuda sea mínima, mientras la presencia de afecciones mentales solo ha aumentado con las consecuencias de la pandemia. Esto significa que se podría salvar y mejorar innumerables vidas si se eliminara el estigma que existe. Es importante trabajar para aminorar los estragos de estos prejuicios, y en caso de sentir la necesidad de pedir ayuda, el poder buscarla sin temor ni vergüenza. Lo más rápido que una persona busque ayuda mejor será el resultado.
¿Por qué se generó el estigma?
Antiguamente se tenía muy poco conocimiento sobre las enfermedades mentales, y no se entendía como la mente podía influir en el comportamiento y el ánimo de las personas. Pacientes no eran tratados de forma correcta y generalmente se tachaba a estas personas de peligrosas excluyéndolas socialmente.
Esta creencia negativa continuó dentro del pensamiento de las personas y era enseñado como conocimiento popular. Por esto, muchas personas aún creen el tener una enfermedad mental o el buscar ayuda es para personas "histéricas", débiles o “locxs” y en ocasiones llegan a pensar que no existen en absoluto, tratando a quien las experimente como falsas. Por otro lado, también esta el estigma sobre la medicación en la cual la gente cree que las personas que toman, por ejemplo, antidepresivos, son personas dependientes e insanas lo cual contribuye a el prejuicio de la debilidad. Pero aquí cabría la pregunta:
Si la fiebre es una enfermedad que requiere un medicamento y es algo socialmente aceptable, ¿Por qué no es socialmente aceptable tomar una pastilla para un trastorno mental como la depresión?
Entonces: ¿Qué hacer frente al estigma?
Recuerda que es una enfermedad y que debes tratarla con la severidad con la que tratarías a una enfermedad física. En caso de sentir malestar no dudes en buscar apoyo. Mientras más rápido se trate la enfermedad mejor será el resultado.
Habla con un profesional. El hecho de poder consultar como esta afección te afecta y como tratarla te será de gran ayuda y permitirá que el proceso de mejores resultados.
No tienes que necesariamente compartir como te sientes, pero hablar con personas en las que confíes puede ayudar a sobrellevar el malestar al ser una fuente de apoyo para ti. Depende de ti como y cuando compartir si decides hacerlo. Recuerda que algunas personas no responderán de la forma adecuada o inclusive se portarán groseros, en ese caso intenta recurrir a otras personas o a otros recursos.
Para comenzar a compartir como te sientes debes sentirte en un espacio seguro con personas en las que confíes. Si sientes dificultad para hacerlo recuerda que siempre puedes preguntar si puedes compartir algo, iniciar compartiendo algo con lo que sientas más comodidad y no es necesario que compartas todo a menos que quieras hacerlo.
Solo tu puedes conocer exactamente por lo que estás pasando. No dejes que se menosprecie o se subestime como te sientes.
¿Cómo contribuir a eliminar el estigma?
No subestimar la importancia de la salud mental. Si conoces a alguien o eres alguien que experimenta estos síntomas trata la situación con la urgencia y gravedad necesarias.
Piensa si tienes prejuicios o creencias erradas sobre la salud mental.
Eliminar frases de nuestro vocabulario como “locx”, “tengo depresión” al sentirse triste, “solo quiere atención”, “elige comportarse de esta forma” entre otros; que contribuyen al problema y analizar como los medios nos presentan a las enfermedades mentales.
Recuerda que si alguien habla contigo no es necesario que tengas respuestas. Lo importante es escuchar de forma atenta, brindar apoyo sincero y fomentar el buscar ayuda profesional de ser necesario.
No permitas que se perpetúe el estigma. Si presencias actos de discriminación o prejuicios relacionados a este problema, puedes informar a las personas en como esto afecta a las personas y empeora su calidad de vida. Influye de forma activa en tu comunidad.
Infórmate. Mientras más conozcas sobre como las enfermedades mentales afectan alas personas de mejor manera podrás apoyar y ayudar a eliminar el estigma.
Si notas que alguien tiene dificultades para enfrentar su situación, ofrece tu apoyo y comparte los beneficios de buscar ayuda.
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