Impacto Psicológico de los Cortes de Energía en Ecuador: Vulnerabilidad, ansiedad e Incertidumbre
Escrito por: Josué Benavides
Los cortes de energía en Ecuador en 2024 no son solo una cuestión de inconveniencia
diaria; están afectando profundamente la salud mental de la población, creando un
estado generalizado de ansiedad y vulnerabilidad. Desde una perspectiva psicológica, los efectos de estos apagones van más allá de la incomodidad inmediata, pues pueden desencadenar respuestas emocionales intensas y exacerbar trastornos subyacentes.
1. Ansiedad e Incertidumbre Prolongada
La incertidumbre sobre la duración de los cortes y la frecuencia con la que ocurren
puede generar un estado de alerta constante. La imprevisibilidad de estos eventos
aumenta los niveles de ansiedad en las personas, especialmente en aquellas que ya son propensas a experimentar estrés. La percepción de falta de control ante una situación que interfiere repetidamente con la vida diaria contribuye a sentimientos de impotencia y desesperanza. Desde el enfoque de la psicología cognitiva, esta falta de predictibilidad puede afectar negativamente el sistema de creencias y expectativas, generando un ciclo de preocupación y anticipación negativa.
2. Impacto en la Salud Mental de Grupos Vulnerables
Para las personas con trastornos psicológicos preexistentes, como la depresión o el
trastorno de ansiedad generalizada, las cortes de energía pueden agravar los síntomas.
La interrupción de rutinas diarias, la falta de acceso a recursos tecnológicos para terapia
en línea, y el aislamiento pueden hacer que estas personas experimenten un deterioro en
su estado emocional. Además, las personas que dependen de equipos médicos eléctricos
en casa, como oxígeno o aparatos de apoyo, pueden sentir una ansiedad extrema ante la
posibilidad de no tener acceso a estos dispositivos en momentos críticos.
3. Respuestas Traumáticas y Sentimiento de Vulnerabilidad
A nivel comunitario, la repetición de apagones puede tener efectos similares a los de un
trauma acumulativo. La exposición continua a eventos que generan malestar y la
sensación de estar en un entorno inestable puede resultar en síntomas como insomnio,
irritabilidad e incluso manifestaciones físicas de estrés (dolores de cabeza, tensiones
musculares, etc.). La sensación de vulnerabilidad se acentúa en entornos donde la
delincuencia y la inseguridad aumentan durante los cortes de energía, lo cual puede
desencadenar respuestas traumáticas y miedo persistente.
4. Desconexión Social y Aislamiento
Los cortes de energía también afectan la conexión social, ya que muchas interacciones
sociales en la actualidad dependen de la tecnología. La falta de acceso a internet y la
imposibilidad de comunicarse con familiares o amigos pueden contribuir a la sensación
de aislamiento. La desconexión de los medios de comunicación también puede
aumentar la incertidumbre, creando un vacío de información que genera más ansiedad.
Para mitigar estos efectos, es importante implementar estrategias de autocuidado, como
planificar actividades alternativas, practicar técnicas de relajación y mantenerse informado de manera responsable. Además, promover la resiliencia y el apoyo
comunitario puede ser clave para enfrentar colectivamente los desafíos que conllevan
los cortes de energía.
Los apagones, más allá de ser un desafío práctico, representan un recordatorio constante
de la fragilidad del entorno en el que vivimos, y su impacto en la salud mental es un
tema que requiere atención urgente para proteger el bienestar de la población.
Comments